Cualquiera que sea el motivo, es indispensable tratar estos casos como casos de inocencia desde el comienzo. Como en los casos de acusaciones falsas, es muy importante desarrollar una estrategia clara y definida con su equipo legal. Esto implica desarrollar una investigación detallada de los hechos, de los motivos de la persona o la policía para haber cometido el error de asignarle la culpa de algo que no hizo. También se debe dar seguimiento a pistas que la policía no haya seguido. 

Además, es muy importante analizar si hay forma de identificar al verdadero o la verdadera culpable del crimen y juntar toda la evidencia posible de esto. Porque a pesar de que la fiscalía es la que tiene la responsabilidad de comprobar el caso, los casos de inocencia requieren hacer todo lo posible porque se presente la verdad de los hechos y se logre la justicia.

En ocasiones, también es apropiado consultar con expertos, en diversas áreas, para solidificar su defensa, y de ser apropiado, tener argumentos adicionales para su defensa. En los casos de ADN es indispensable evaluar la evidencia para ver si es apropiado consultar con un experto, porque está comprobado que el ADN puede ser transferible de una persona a un lugar y después a otra persona. Por ejemplo, Juan puede matar a alguien y dejar su ADN en la víctima, y después tocarse la cara, luego tocar un teléfono público, y si Pedro toca el mismo teléfono, puede terminar con el ADN de la víctima en su cuerpo. Algo muy similar a esto fue lo que sucedió en un caso en el condado de Santa Clara, en el norte de California, pero la defensora publica Kelley Kulick logro, mediante el uso de expertos, demostrar la posibilidad de que el ADN de su cliente haya sido transferido a la víctima sin que el cliente jamás haya estado ni siquiera cerca de esta.

Cuando la impugnación de los cargos es el error cometido por un testigo al crimen al identificar a la persona incorrecta, lo cual es una de las principales causad de las condenas injustas, también es importante consultar con un experto. Hay expertos que estudian este proceso muy detalladamente, y analizan la susceptibilidad de las personas a circunstancias inesperadas y la recurrencia de los errores en la identificación de una persona, basado en el funcionamiento del cerebro humano. Es decir, la persona puede cometer el error por como nosotros procesamos la información que vemos con nuestros ojos en nuestro cerebro y nuestra memoria, y no por querer hacer algún mal o tener algo en contera del acusado o de la acusada. Esto es aún más recurrente cuando las personas son de razas distintas.

Pero estos son algunos ejemplos, los casos de inocencia pueden hacer uso de otros expertos, y de otras estrategias. Lo primordial es explorar todas las posibilidades, y luchar incansablemente por la inocencia del cliente.