Las conspiraciones están detalladas en la sección 182 del código penal y la instrucción para el jurado Calcrim no. 415.

En derecho penal, una “conspiración” se describe como un acuerdo ilegal entre al menos dos personas para cometer un delito prohibido por la ley. Este acuerdo puede ser expreso o tácito, y la existencia de una conspiración solo se establece cuando la prueba de este acuerdo está respaldada por pruebas competentes de un acto manifiesto. 

Este acto manifiesto puede ser una prueba directa o indirecta. La intención de formar el acuerdo y de cometer el delito que la conspiración pretende lograr son elementos clave de una conspiración. Por lo tanto, la conspiración es un delito de intención específica, que requiere que el acusado tenga la intención específica de realizar un acto ilícito o de realizar un acto lícito utilizando medios ilícitos. Pero un miembro de la conspiración no necesariamente tiene que conocer a todos los integrantes de la conspiración para participar en ella.

Además, el delito de conspiración se considera distinto y separado del delito que es el objetivo de la conspiración. Esto significa que incluso si el delito principal que la conspiración pretende cometer no se lleva realmente a cabo, la conspiración en sí sigue siendo un delito.