Un atentado se define como un acto realizado con la intención de cometer un delito, pero que no llega a su comisión efectiva, y está escrito en la sección 664 del código penal.

El intento de cometer un delito se compone de dos elementos clave: (1) una intención específica de cometer el delito y (2) un acto directo pero ineficaz realizado hacia su comisión. Además, el acto debe cometerse en circunstancias en las que el autor tenía la posibilidad de llevar a cabo su intención y lo habría hecho de no ser por alguna causa interviniente.

Esto se refiere a un acto que va más allá de la mera preparación y tiende inmediata y directamente a la ejecución del delito principal. Se distingue de la mera preparación en que consiste en un movimiento directo hacia la consumación del delito previsto una vez realizados los preparativos. 

Por lo general, la instrucción que se le lee al jurado en casos de atentados es la Calcrim no. 460. Pero ciertos cargos, como el intento de homicidio (Calcrim 600) y el intento de cometer un incendio malicioso (Calcrim 1520) tienen su propia instrucción distinta a la de un delito completado y distinta a la instrucción general de atentados. En otros casos, los cargos castigan y penalizan tanto el delito como el intento del delito de igual manera, como la sección 148(d) del código penal que penaliza tomar – o intentar tomar – la pistola de un policía. Esto también sucede con varios cargos de fraude, algunos de robo, con algunos cargos relacionados con pandillas y con algunos de transportación de drogas prohibidas.

El castigo de un atentado, por lo general, es la mitad de la sentencia si el delito hubiera sido consumado, si se llega a imponer una sentencia y se niega un régimen probatorio. Pero, para ciertos cargos, el castigo está en una sección muy específica del el código penal, o puede ser el mismo que el del delito, dependiendo del cargo. Un ejemplo de esto es el cargo de intento de homicidio, cuya pena máxima es menor a la del delito completado, pero opera independientemente de esta. Además, para muchos delitos castigados con la pena de una condena a cadena perpetua (“life sentence”), un intento de estos delitos es castigado con 5, 7, o 9 años en prisión.

Finalmente, para los cargos que son strikes, el intento de cometer un strike generalmente también será un strike.