En los delitos graves (“felonies”) cuando la corte le rinde sentencia a una persona condenada (por un jurado o por una declaración de culpabilidad), en muchos casos tiene la opción de elegir entre un término bajo, medio o alto, por ejemplo, entre una sentencia de 16 meses, 2 años o 3 años, en caso de que a la persona se le niegue un régimen probatorio.
La juventud de la persona puede requerir que la corte elija el término bajo, al menos de que haya razones que justifiquen no hacerlo. Esto es porque bajo la sección 1170(b)(6)(B) del código penal, existe la presunción (“presumption”) de que debe dictarse una sentencia de menor duración si la juventud del acusado fue un factor que contribuyó a la comisión del delito. Esta presunción se aplica a cualquier acusado menor de 26 años en el momento del delito. Una vez realizada esta demostración inicial, el tribunal sentenciador debe determinar que los factores agravantes no superan las circunstancias atenuantes hasta el punto de que una pena inferior sería contraria a los intereses de la justicia.

 La sección 1170(b)(6) enumera otras dos instancias, adicionales a la juventud, donde también se aplica una presunción para el término bajo:

(1) la persona ha experimentado un trauma psicológico, físico o infantil, incluyendo, pero no limitado a, abuso, negligencia, explotación o violencia sexual; o

(2) antes del delito actual, o en el momento de la comisión del delito, la persona es o fue víctima de violencia por parte de su pareja o de trata de seres humanos.