Además de los “strikes” y los “gun enhancements” los casos criminales pueden tener otros agravantes que le impongan un castigo aún mayor, a lo que ordinariamente dictamina el cargo. 

Esto puede suceder, generalmente, por dos motivos: (1) porque la persona ya tiene un antecedente o antecedentes penales, o (2) porque algo sucedió, junto con el delito actual, que agrava el crimen y resulta en una sentencia adicional.

Si el agravante es por antecedentes, puede incluir cosas como un robo de vehículo anterior y un cargo de robo de vehículo actual, o una condena previa de ofensa de violencia doméstica causando lesión, con un caso actual con el mismo cargo. Pero a diferencia de los 3 strikes, por lo general, este tipo de antecedentes no le dobla la sentencia, ni le resulta en una posible sentencia de condena a cadena perpetua. De hecho, en muchos casos le agrega un año a la sentencia máxima.

Pero cuando el agravante es por las circunstancias de la ofensa, las variables son inmensas. Puede ser que el agravante sea por usar un cuchillo, sin provocar lesión, y la sentencia máxima suba en un año. Puede ser que el agrvante sea por causar una grave lesión física (“great bodily injury”) y a la sentencia máxima se le agreguen 3 años consecutivos y el cargo se convierta en un strike violento. Pero también hay casos aún más graves, sobre todo los que incluyen conducta inapropiada con menores y el agravante es por usar amenazas o fuerza, en cuyo caso, aunque no haya strikes previos, la sentencia puede elevarse a una condena de cadena perpetua.

Las variables de los agravantes son muchísimas, pero no todos los casos tienen agravantes. Sin embargo, cuando si los tienen, es importantísimo evaluar muy bien el caso.